La importancia de las operaciones en la empresa
Tenemos a los mejores profesionales, y contamos con lo último en tecnología…. ¿por qué entonces las cosas no acaban de salir cómo queremos?
Muchos de los que estáis leyendo este artículo os habréis encontrado en esta situación, sin acabar de entender qué es lo que está ocurriendo, con esa sensación de que nuestra inversión se está convirtiendo en un gasto.
Los procesos se definen como aquel conjunto de operaciones que han de llevarse a cabo para transformar un input en un output a través de personas y herramientas, por lo que… ¿qué ocurre si no los definimos bien previamente?
¿qué ocurre si no los definimos bien previamente?
Una incorrecta definición inicial de los procesos, los cuales han de llevar a cabo las personas y la tecnología, nos llevará a realizar actividades que no aportan ningún valor a la compañía, aumentando el tiempo de las operaciones y llevándonos por tanto a incurrir en mayores costes.
A la tecnología que hayamos escogido no le estaremos sacando su pleno rendimiento, y nos encontraremos con usuarios insatisfechos que ven que no están siendo todo lo eficientes que deberían y les gustaría ser.
Procesos en cambio
¿Y qué ocurre cuando defino mis procesos? ¿Se queda todo ahí?
Los procesos, al igual que la tecnología y las personas, están en constante cambio. Y por eso es imprescindible llevar a cabo una mejora continua de los mismos, como herramienta para ser más competitivos.
Cuando pensemos en procesos no lo hagamos exclusivamente en industria, todas las empresas, sea cual sea su fin, están conformadas por procesos.
Desde la contabilización de una factura, hasta el ensamblaje final de un equipo industrial, son procesos y la mejora de todos ellos va a llevar a nuestra empresa a ser más eficiente.
Muchas son las compañías que están viendo los beneficios que puede conllevar la mejora de procesos, creando incluso áreas o departamentos que se focalizan en su mejora continua.
Los beneficios son innumerables: aumento de la productividad, reducción de costes por eliminación de acciones que no aportan valor e, incluso, mejora de la comunicación y relación entre los miembros de una compañía.
¿Y por dónde empiezo si no tengo correctamente definidos mis procesos?
Existen tres tipos de procesos dentro de la cadena de valor de una compañía: estratégicos, claves y de soporte.
- Lo primero que debes hacer es dibujar la cadena de valor de tu empresa, y saber clasificar cada tipo de proceso.
- Posteriormente, asígnales el coste que acarrean para ser consciente del impacto en tu cuenta de resultados.
- Una vez hecho esto, mete toda esta información en un batidora y, dependiendo de los ejes estratégicos marcados en tu empresa, podrás priorizar de manera óptima y definir las líneas de acción correctoras.
Mapeos de procesos, diagramas de flujos, causa y efecto…son múltiples las herramientas que existen para llevar a cabo la definición y mejora de los procesos por lo que, a veces, se convierte en un problema elegir las herramientas entre la amplísima oferta existente.
Desde Improven, uno de nuestros pilares básicos dentro de la Resultoría, es la estandarización de procesos a través de herramientas como las comentadas anteriormente, ayudándote a seleccionar las que mejor se adapten. Siempre trabajando con todo el equipo para tener la visión más transversal posible.
Una vez están definidos los procesos de la compañía, no nos quedamos ahí, nos centramos en la implantación de la mejora continua de estos en tu empresa.
Esta mejora continua estará basada en un conjunto de herramientas, pero también en una filosofía que los miembros del equipo han de tener inculcada, en la que trabajamos codo con codo con ellos, sin olvidar nunca la tecnología que nos permita automatizar procesos que aporten menos, liberando a tu equipo para que puedan aportar todo su potencial.
El triangulo sobre el que una compañía se soporta (Personas, Procesos y Tecnología) es fundamental tenerlo definido y engranado para elevar su competitividad, ya que “la tecnología solo es tan buena como el proceso sobre el que se soporta, y los procesos son solo tan buenos como la gente que los emplea”.
Separados no son nada, pero juntos pueden marcar la diferencia.
Nuria Dominguez – Manager de Improven