Fotografía al liderazgo más puro
¿Qué es el liderazgo? ¿Qué es ser un “buen líder”? ¿Por qué se habla tanto de esto? ¿Tan importante es para las empresas y los equipos?
Seguramente estas sean algunas de las preguntas que las personas se hayan planteado y es porque actualmente la palabra liderazgo y líder está en la boca de todo el mundo. Posiblemente, algunas de las frases más comunes que escuchamos son “no es lo mismo mandar que liderar” o “existen diferencias entre jefe/a y líder”.
Estas afirmaciones son ciertas, existen diferencias. Pero veamos qué definiciones emplea la R.A.E.:
- Mandar: “Dicho del superior. Ordenar al súbdito. Imponer un precepto.”
- Liderar: “Dirigir o estar a la cabeza de un grupo, de un partido político, de una competición, etc.”
En el caso de liderar, emplea la palabra “dirigir”. Si indagamos más y buscamos su significado, la R.A.E. refiere “Guiar mostrando o dando las señas de un camino. Orientar, guiar, aconsejar a quien realiza un trabajo”.
¿Existen diferencias? Continuemos analizando una de las frases más comúnmente conocidas en las formaciones (existen diferencias entre jefe/a y líder):
- Jefe/a: “Superior/a o cabeza de una corporación, partido u oficio.”
- Líder: “Persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad.”
¿Cuáles son las principales diferencias que observamos en las definiciones? ¿Nos llama la atención cuando se emplean las palabras “ordenar, imponer, superior”? ¿Es relevante que cuando se define jefe/a se hable de superior/a y, cuando se define líder, se hable de persona?
Hasta ahora, simplemente hemos visto las definiciones que constan en la Real Academia Española y ya hemos visto muchas diferencias.
Pero ¿qué relación tiene con la empresa?
¿Qué nos dicen los datos?
Cuando escuchamos a nuestros clientes, una de las mayores preocupaciones es la fuga de talento y, es que, el estudio “¿Por qué se van?”, realizado en 2017 por Future Work Institute nos anticipaba esta información, ya que concluyó que 3 de cada 4 empleados/as dejaban su puesto de trabajo por causas directamente relacionadas con su jefe/a.
Además, según el análisis realizado por Infoempleo y Grupo Adecco en 2022, “Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España”, el 80,29% de las personas encuestadas afirmaron que el hecho de contar con un mal jefe/a sería un motivo para dejar su trabajo.
Por último, a inicios de 2024 LinkedIn realizó un estudio en el que evidenciaba que, en España, el 62% de las personas trabajadoras estaban considerando cambiar de empleo. En este estudio, los principales motivos de cambio de empleo residen en aumento salarial (36%) y equilibrio entre la vida profesional y personal (28%).
Tras observar los datos existe una conclusión muy clara: las personas que gestionan personas son puntos clave en una organización.
Fotografía de Liderazgo en tu empresa
El crecimiento vertical dentro de las organizaciones es una realidad que las personas valoran muy positivamente. No es solo un reflejo de la progresión profesional, sino también del compromiso y la dedicación de quienes han dedicado años a una empresa.
En las compañías observamos con frecuencia que las personas con un alto compromiso y/o una elevada antigüedad alcanzan posiciones de responsabilidad en las que deben liderar equipos, asumiendo roles de liderazgo.
En muchos casos, quienes asumen estas responsabilidades lo hacen basándose en el conocimiento adquirido a lo largo de su trayectoria, observando a figuras que, en su tiempo, predominaba una mentalidad de «mandar» más que de «liderar».
Esto no es sorprendente; nadie nace sabiendo, y es aquí donde radica la importancia de formar y proporcionar herramientas adecuadas a quienes asumen roles de liderazgo sin haber recibido una formación específica al respecto.
Recientemente, durante un programa formativo sobre liderazgo, un participante comentó que la única cosa negativa del programa era no haberlo realizado antes. Esta persona llevaba más de 10 años en puestos de responsabilidad, liderando según creía conveniente y según lo que había aprendido a través de su experiencia. Sin embargo, reconoció que había estado liderando sin una comprensión profunda de lo que implica ser un verdadero líder.
¿Por qué el liderazgo? ¿Por qué ahora?
Tras analizar las tendencias y las preocupaciones actuales de las personas trabajadoras, se hace evidente que quien tiene la figura de líder de un equipo debe estar preparado no solo para gestionar y coordinar, sino también para motivar y desarrollar a su equipo. El objetivo es claro: que los miembros del equipo crezcan profesionalmente dentro de la empresa y se sientan valorados y reconocidos.
Aunque la teoría suena sencilla, la aplicación de estas ideas en la operativa diaria es mucho más compleja. Ahora, querido/a lector/a, si alguna vez has gestionado un equipo, me gustaría que respondieras a la siguiente pregunta: ¿qué es o fue lo más complicado? Es muy probable que tu primera o segunda respuesta esté relacionada con la gestión del talento humano.
Por todos estos motivos, un liderazgo adecuado es esencial en las organizaciones, tanto para quienes deben ejercerlo como para quienes lo reciben. La capacidad de liderar de manera efectiva no solo beneficia al líder, sino que también impulsa el éxito y el crecimiento del equipo y, en última instancia, de la organización en su conjunto.
¡Nunca es tarde para aprender a liderar y marcar la diferencia!