En el sector agroalimentario, la eficiencia no solo se mide por toneladas recolectadas, sino por cómo se planifican, ejecutan y controlan los procesos desde el campo. La empresa protagonista de este caso, con más de 45 millones de euros de facturación anual, lo entendió muy bien. Es necesaria una optimización y digitalización de procesos en campo.
Dedicada a la comercialización mayorista de cebollas y ajos en Valencia, apostó por un proyecto de optimización y digitalización operativa en campo que transformó su forma de trabajar en tan solo tres meses. El resultado: más orden, mejores decisiones y una estructura preparada para escalar.
¿QUE CONSEGUIMOS?
Cuadros de mando activos y en uso diario
Control total de tareas
Organización interna más clara
Digitalización real de la actividad de campo
Descubre el paso a paso detrás de estos logros.
Una empresa con gran actividad, pero procesos poco estructurados en campo
La organización gestionaba miles de hectáreas y un volumen enorme de operaciones agrícolas, pero sin una planificación formalizada, sin procesos estandarizados y con baja trazabilidad del rendimiento.
Las campañas se planificaban con herramientas poco integradas, la comunicación entre equipos era poco fluida y no existía un modelo claro para asignar recursos humanos ni para medir el desempeño real por parcela.
Esto generaba ineficiencias, sobrecostes y decisiones reactivas. El reto era transformar la operativa sin frenar la actividad, con una visión práctica y orientada a resultados.
El problema: falta de estandarización, planificación dispersa y escaso control de actividad
Durante la fase de diagnóstico, se identificaron los principales bloqueos:
- Procesos como alquiler, siembra, riego y recolección no seguían un modelo estándar.
- No existía una planificación estructurada de campañas ni herramientas visuales como Gantt por lote.
- La organización en campo era poco clara, con roles indefinidos y comunicación informal.
- No había cuadros de mando ni indicadores para evaluar productividad o rendimiento.
- La digitalización era casi inexistente, dificultando el seguimiento en tiempo real.
- El dimensionamiento del personal se hacía por experiencia, no por rendimiento medido.
Era necesario definir un nuevo modelo operativo que aportara estructura, visibilidad y capacidad de decisión.
La solución: un modelo operativo optimizado y digitalizado, centrado en el campo
El proyecto se estructuró en cinco grandes ejes de trabajo que se ejecutaron de forma ágil y con un fuerte acompañamiento al equipo interno:
1. Análisis y mejora de procesos
Se levantaron todos los procesos clave del trabajo en campo: preparación del terreno, siembra, riego, recolección…. A partir del análisis, se definieron los puntos de mejora y se construyó el modelo TO BE.
2. Estandarización de operaciones
Se desarrollaron protocolos y buenas prácticas para cada etapa, con el fin de reducir la variabilidad y facilitar la replicabilidad. Esto permitió también mejorar la formación y comunicación con los operarios.
3. Planificación y gestión de campañas
Se implantó un sistema de planificación estructurada con herramientas visuales tipo Gantt por lote, anticipando necesidades y optimizando la asignación de recursos.
4. Rediseño organizativo
Se rediseñó el organigrama del departamento de campo, definiendo funciones, flujos de comunicación e implantando descripciones de puestos de trabajo. Además, se establecieron indicadores clave de gestión.
5. Digitalización y control de actividad
Se implantó el módulo de campo de Hispatec, una herramienta tecnológica adaptada al sector agro, que permitió:
- Control en tiempo real de las actividades por parcela
- Registro digital de tiempos, tareas y rendimientos
- Seguimiento de indicadores de productividad
- Trazabilidad completa de cada campaña
Además, se implantó una metodología de dimensionamiento de personal en función del rendimiento por parcela, no por estimaciones genéricas.
El resultado: una operación más eficiente, digital y preparada para crecer
En solo 3 meses, la empresa logró una transformación profunda de su operativa en campo, con resultados tangibles:
- Cuadros de mando activos y en uso diario para gestión de campañas
- Control total de tareas por parcela y operario
- Planificación anticipada que reduce urgencias y optimiza el uso de recursos
- Organización interna más clara, con funciones definidas y comunicación fluida
- Productividad medida y optimización del dimensionamiento del personal
- Digitalización real de la actividad de campo, conectando operativa con decisiones
El proyecto no solo trajo eficiencia: profesionalizó la gestión agrícola y preparó a la empresa para escalar con solidez.
Conclusión: profesionalizar el campo es posible… y urgente
Este caso demuestra que en el sector agro también se puede hablar de procesos, planificación, tecnología y eficiencia sin perder el enfoque práctico. De hecho, es lo que marca la diferencia entre un modelo que escala y uno que sobrevive.
Optimizar y digitalizar los procesos en campo no es un lujo: es una necesidad si se quiere seguir siendo competitivo y rentable en un entorno tan exigente como el actual.
¿Tu actividad agrícola podría ser mucho más eficiente con planificación y digitalización real?¿Quieres llevar a cabo una optimización y digitalización de procesos en campo? Hablemos y diseñamos contigo un plan de mejora a tu medida.