Cómo mejorar la estructura funcional de mi empresa

estructura funcional de mi empresa
Amalia Belenguer
Amalia Belenguer
Gerente de Unidad Cultura y Talento
Tabla de contenidos

Se buscan Personas Excelentes para Organizaciones Excelentes

En un entorno tan complejo y competitivo como el que vivimos, cualquier organización debe esforzarse para conseguir ser una organización excelente y en mejorar la estructura funcional de la empresa. Las empresas que decidan dar el salto a esta excelencia en todos sus ámbitos serán las que escriban el futuro del mercado.

Pero, ¿Qué es una organización excelente?

Seguramente la percepción de excelencia va a estar vinculada al grupo de referencia que lo valore.

  • Desde el punto de vista de los accionistas, una empresa excelente le aportará los beneficios esperados.
  • A los clientes, una organización excelente le facilita el producto y/o servicio que cubre o, incluso supere sus expectativas.
  • A los empleados, una empresa excelente le proporciona las condiciones que permitan satisfacer sus diferentes necesidades; y así sucesivamente: los proveedores valoran una relación de partenariado y el entorno donde la empresa desarrolla su actividad aprecia el cuidado del entorno y otros aspectos que impactan socialmente.

Desde una perspectiva más conceptual la excelencia organizacional contempla dos dimensiones: la estratégica y la cultural.

Ambas dimensiones deben estar integradas y armonizadas en aras de avanzar de forma consistente en el camino de la optimización y de la consecución de resultados “excelentes”.

Las claves de la excelencia desde la dimensión estratégica están relacionadas con la capacidad para innovar de forma permanente, lo que facilita la competitividad, la de liderar nichos de mercado a través de la diferenciación, la atención absoluta a la máxima calidad y la apuesta por crecer diversificando y cooperando.

En la dimensión cultural las claves que determinan la excelencia contemplan el interés y empeño por generar y mantener una cultura fuerte con valores sólidos y, sobre todo, compartidos. Valores que guían y se evidencian en el comportamiento de todas las personas de la organización en su desempeño habitual.

La importancia de las personas

Entre dichos valores cabe destacar la importancia de la orientación al cliente, que lo sitúa en el centro de la toma de decisiones de la empresa (empresas customer centric) y la orientación a las personas.

Una organización orientada a las personas focaliza sus esfuerzos en conseguir empoderar a sus empleados y hacerles sentir propietarios del proyecto empresarial.

Esto permite que las personas encuentran un significado en su trabajo, y, por tanto, están orgullosas de él. Y todo ello reforzado con la convicción de ser una empresa que apuesta por el aprendizaje permanente y pone en marcha planes orientados al desarrollo y al crecimiento de las personas.

Es obvio que las estrategias de éxito requieren de equipos de éxito, que busquen ser excelentes. De todos es conocida la afirmación de que “Ni las mejores estrategias se ejecutan por sí mismas”.

A su vez los equipos excelentes están dirigidos por un líder excelente. En las empresas excelentes los directivos son líderes, dedican mucho tiempo a hablar con la gente.

En este sentido la función del liderazgo resulta determinante y debe incidir en desarrollar culturas sólidas y armonizar e integrar las dimensiones estratégica y cultural.

Pasar de directivos a líderes

Poner en marcha la dirección participativa encaminada a lograr los objetivos con las personas y no por medio de las personas.

Una organización excelente realiza una apuesta firme por el talento sin etiquetas, es decir, reconoce, incorpora y valora la diversidad. Los líderes de las organizaciones, dentro de su labor de generación de una cultura de excelencia, gestionan y aprovechan la diversidad de las personas de la organización. Y este tipo de organizaciones suelen tener el foco en cómo mejorar el clima organizacional de la empresa.

Por otro lado, cabe destacar que las estructuras organizativas burocráticas frenan la innovación, la flexibilidad, la participación y por tanto, la creatividad. Aspectos indispensables en la búsqueda de la excelencia.

El término estructura sugiere inmutabilidad, con poca cabida en entornos cambiantes y complejos.

Si trabajamos para generar una cultura conformada por valores asumidos y compartidos, las personas se autogestionan dentro de estructuras sencillas, flexibles y adaptables.

Personas propietarias y comprometidas con el proyecto empresarial que no requieren de una motivación extrínseca (inducida). Se trata de crecer manteniendo la belleza de lo pequeño.

Parece cada vez más evidente que las organizaciones priorizan la innovación, la competitividad, la tecnología y la apuesta por la atracción, captación y fidelización del mejor talento.

La mayor ventaja competitiva que una empresa está en las personas que la componen. Personas excelentes nos ayudan a conseguir resultados y organizaciones excelentes.

Contar con el mejor talento y tenerlo fidelizado es uno de los retos más ambiciosos en los que debemos centrarnos las empresas.

Como señalábamos en el anterior post donde se indican 7 pasos para construir una organización excelente, empresas excelentes con resultados excelentes es por lo que luchamos y en lo que volcamos toda nuestra pasión en Improven.

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