¿Qué preguntas debemos plantearnos antes de plantear una mejora? ¿Impactará en la cuenta de resultados? Guillermo Prats, socio de Improven, te cuenta en este artículo cómo ir de la mejora continua a la mejora integral.
Durante casi 50 años, metodologías como Lean Management, Just in Time y Six Sigma han dominado la mejora de operaciones. Aunque estas técnicas han sido efectivas, llega un momento en que las mejoras localizadas pierden impacto y el coste supera los beneficios.
La mejora continua ha sido clave en la optimización de procesos. Pero, ¿cómo lograr un impacto real y sostenible? Las empresas deben avanzar hacia una mejora integral. Este enfoque no solo optimiza tareas individuales, sino que transforma toda la organización, alineando estrategia, cultura y operaciones con una visión a largo plazo y enfocada en la innovación constante.
Para ello, es esencial fomentar la colaboración interdepartamental, integrar tecnología avanzada y adaptarse constantemente a los cambios del mercado. La mejora integral permite aumentar la eficiencia, reducir costes y mejorar la satisfacción del cliente, asegurando un crecimiento sostenible, competitivo y alineado con las demandas actuales del entorno empresarial.
¿La clave para un progreso significativo y sostenible? Adoptar una visión global que considere la cadena de valor completa, desde el suministro hasta la entrega al cliente.
En Improven entendemos la importancia de integrar la estrategia de la empresa en cada mejora, enfocándonos en el valor al cliente y en la eficiencia operativa. Proyectos de mejora global no solo alinean las operaciones con la estrategia, sino que también potencian el crecimiento y la cohesión del equipo. Todo ello crea un impulso en resultados duraderos y consistentes.
¿Quieres saber cómo desde Improven podemos acompañarte a dar el verdadero valor que tu cliente se merece? Juntos, podemos transformar las operaciones de tu compañía para mejorarla de forma integral. ¿Vamos a por tu mejor versión?
