Parece increíble, pero ¡estamos creciendo! España, y la Comunidad Valenciana a la cabeza, lleva un par de ejercicios liderando el crecimiento del PIB de la zona euro y reduciendo la tasa de paro, aunque aún estamos en niveles insultantemente altos. El consumo interno sube y la entrada de turistas bate récords.
La opinión de los ingenieros industriales en el barómetro recientemente elaborado entre Improven y el COIIV nos refleja que las perspectivas de mejora en parámetros como facturación y empleabilidad van a tener una evolución positiva en los próximos años.
Competitividad a pequeña escala
Pero si comparamos a las empresas de la Comunitat con las de otras zonas del país y/o con otros países de nuestro entorno más cercano, podemos constatar que nuestra dimensión empresarial es considerablemente menor. Nuestras empresas son mucho más pequeñas.
Este factor limita en gran medida las capacidades de inversión y, por tanto, de desarrollo sostenible del negocio. Los recursos son siempre escasos y las decisiones cada vez se deben tomar más rápido, por lo que si nos equivocamos podemos llevar a la empresa a su falta de viabilidad en el medio plazo.
Para asegurar la sostenibilidad es imprescindible poder invertir en innovación, en talento, en desarrollo internacional, en nuevas tecnologías… ¡¡¡¡Tanto y con tan poco!!!!
Otro dato relevante del estudio nos indica que los propios ingenieros reflejamos una perspectiva menos halagüeña en cuanto a la evolución de la mejora de los márgenes y, por tanto, de la rentabilidad de las empresas en las que trabajamos.
Más trabajo sí, pero no mejores resultados. Las empresas valencianas tienen serios problemas para poder realizar una propuesta más allá de la competitividad por precio, que nos lleva al círculo permanente del coste bajo. Y nunca seremos más baratos que otros países de nuestro entorno como por ejemplo Portugal.

¿Cómo trabajan las mejores empresas para mejorar su competitividad?
La experiencia vivida en primera persona en Improven, junto a este Observatorio Industrial y otros realizados con la Universidad de Valencia, no hace más que constatar los retos que nuestra sociedad tiene por delante para mejorar su competitividad como región. Y estos son:
1. Foco: Elegir
Un entorno de incertidumbre como el actual, en el que las oportunidades aparecen y desaparecen demasiado rápido, en el que los avances tecnológicos nos impiden estar en la absoluta vanguardia de todo lo que hacemos, implica determinar en qué queremos y podemos ser especialmente buenos, para enfocar ahí la mayor parte de nuestros recursos escasos.
Alcanzar la excelencia en lo que nos hace diferentes. Aquí es donde debemos focalizar las inversiones en conocimiento, en innovación, en investigación, para desarrollar capacidades de incrementar el aporte de valor añadido. La opinión de los ingenieros industriales refleja que este es uno de los principales problemas de las empresas en las que trabajan.
2. La interacción con el entorno
Un segundo aspecto a destacar sería el grado de apertura al exterior de la empresa, su nivel de interacción con el entorno y que conforme es más amplio se consiguen mejores resultados. Sistematizar el proceso de observación del entorno, desde lo más cercano (tu empresa, tus canales, tus clientes…) a lo más alejado (otras zonas geográficas, otros sectores, tendencias sociales, tecnologías…) que permita detectar oportunidades, filtrarlas, elegir de manera adecuada, y así aprovecharlas. No puede ser un proceso que recaiga únicamente en la inspiración puntual de una persona, es crítico que lo extendamos a la organización en su conjunto. Algunos ejemplos de interacción son:
- Procesos de interacción con los clientes: desarrollo de la cultura de “customer experience”
- Grado de colaboración con institutos tecnológicos, centros de investigación…
- Negocio a nivel internacional. Cabe destacar que el observatorio realizado indica que apenas un 17% de empresas medianas disponen de planes sólidos al respecto.
- Proyectos de colaboración empresarial con terceras empresas
- Nivel de desarrollo y capacidad de interacción con el cliente de la página web.
- Nivel de interacción con otras herramientas de comunicación en redes sociales.
- Nivel de implantación de nuevas tecnologías (3D, automatización, visión artificial…)

3. La integración de profesionales cualificados
El tercer aspecto a destacar en el grado de profesionalización de nuestras empresas es la cultura del poder y del control que imperan en la compañía. Ser capaces de integrar profesionales cualificados a un proyecto retante, ilusionante, con capacidad de crecimiento, que permita una gestión equilibrada y racional del control y que facilite el desarrollo, que aprenda del error. Los ratios de nuestras empresas indican que el porcentaje de titulados superiores en los órganos de gobierno son menores que las de otras comunidades autónomas con mejores resultados empresariales. Incidir en que nosotros como ingenieros tenemos una responsabilidad al respecto, ya que según la muestra de la encuesta, el 20% de ocupaba posiciones directivas y otro 40% se encuentran en posiciones de Alta Dirección.
Estos tres elementos son los que determinan de manera más directa unos mejores resultados empresariales y que se tenga la posibilidad de seguir invirtiendo y seguir creciendo. Y, por tanto, de ganar tamaño, desarrollando así el círculo virtuoso.
En conclusión
Para concluir, podríamos destacar la opinión de los ingenieros industriales.
En primer lugar, consideran que desde las administraciones públicas lo que más podría ayudar a las empresas es el desarrollo de las mejores infraestructuras logísticas para reducir al máximo los costes y plazos de movimientos de las mercancías y las personas. Por tanto, el corredor mediterráneo se convierte en una punta de lanza de las reivindicaciones sociales para el desarrollo de la región.
En segundo término, que es necesario el desarrollo de recursos y fuentes de financiación accesibles, un segundo lastre de nuestra comunidad, y en peores condiciones todavía tras la pérdida de las entidades financieras locales tras la crisis vivida.
En tercer lugar, hay que desarrollar y fomentar programas universidad-empresa, tanto desde el punto de vista formativo como investigador, de modo que la transferencia tanto de necesidades empresariales como de talento y conocimiento sea más natural y frecuente. Innovación aterrizada que genere VALOR y, por tanto, MEJORES RESULTADOS.
Por último, debemos incidir en programas de colaboración, integración, fusión de empresas de la comunidad. Ayudar con programas fiscales, con comunicaciones que sensibilicen al empresariado y fomentando el colaboracionismo entre empresas y entidades público privadas. El tamaño nos hace grandes a todos, solos no podremos.