¿Qué es lo que diferencia a tu producto o servicio en el mercado? ¿Cómo puede tu empresa asegurar que su oferta, además de satisfacer las necesidades actuales de los clientes, lo hará también con las futuras demandas? ¿Qué pasos debes seguir para convertir una idea innovadora en un producto exitoso?
Lo quieras o no, estas preguntas son el primer paso para el desarrollo de una estrategia de producto efectiva. Una estrategia empresarial que actúa tanto como los cimientos sobre los cuales se construye la oferta de valor de una empresa.
Estrategia de producto efectiva para tu empresa
Para nosotros, como consultoría de negocio, una estrategia de producto debe estar alineada con la visión y los objetivos estratégicos de la empresa, abarcando desde la conceptualización y desarrollo del producto hasta su lanzamiento y gestión en el mercado.
¿Tus productos son relevantes? ¿Atractivos? ¿Rentables? Comprobémoslo.
¿Qué es una estrategia de producto?
Es un plan maestro que define cómo una empresa va a crear, lanzar y vender un producto específico. Debe basarse en una comprensión profunda del mercado donde vamos a implantar el producto, analizando las necesidades del público objetivo y monitorizando la competencia. Todo ello, dando respuesta al ser de la compañía, es decir, el propósito por el cual un cliente apuesta por darnos su confianza cuando decide elegirnos.
¿A qué preguntas debe responder?
- ¿Qué necesidades o problemas del consumidor resuelve el producto?
- ¿A qué público objetivo se dirige?
- ¿Podemos innovar productos?
- ¿Qué características y beneficios diferencian al producto de la competencia?
- ¿Cómo se fijará el precio?
- ¿Cómo se distribuirá y comercializará el producto?
- ¿Cómo se medirá el éxito del mismo?
A tener en cuenta que desarrollar una estrategia eficaz requerirá una investigación exhaustiva, un análisis cuidadoso y una toma de decisiones estratégica. Sin embargo, la recompensa potencial es enorme. Ten por seguro que una estrategia de producto bien definida ayudará a tu negocio a:
- Lanzar productos exitosos que satisfagan las necesidades de los consumidores.
- Diferenciarse de la competencia y aumentar su cuota de mercado.
- Maximizar las ganancias y la rentabilidad.
- Fortalecer la marca y la reputación de la empresa.
Claves de la estrategia de producto
Desarrollar una estrategia de producto exitosa no es simplemente definir un plan, también hay que contar con los elementos clave que la sustenten y la conviertan en una herramienta poderosa para alcanzar los objetivos comerciales.
1. Misión de la empresa
Punto de partida para cualquier estrategia de producto. Debe ser inspiradora, memorable y reflejar los valores y principios fundamentales de la organización, para guiar todas las decisiones relacionadas con el desarrollo, lanzamiento y comercialización del producto.
Una misión de empresa bien definida permite:
- Crear productos coherentes con la identidad de la marca, ya que un producto que no esté alineado con la misión de la empresa puede generar confusión entre los consumidores y dañar la reputación de la marca.
- Tomar decisiones estratégicas alineadas con los valores de la empresa. ¿Por qué? Porque una empresa que toma decisiones que van en contra de su misión puede perder la confianza de sus stakeholders, incluyendo a sus empleados, clientes e inversores.
- Comunicar de manera efectiva la propuesta de valor de la empresa a los consumidores ayudando a los consumidores a comprender lo que la empresa representa y lo que ofrece.
Es importante destacar que la misión de la empresa no debe ser nunca estática. A medida que el mercado y las necesidades de los consumidores evolucionan, la empresa necesitará revisar y actualizar su misión para asegurarse de que sigue siendo relevante.
2. Objetivos del producto
Cuando hablamos de objetivos, hablamos de objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos (o dicho de otra manera SMART). ¿Por qué? Porque definir objetivos SMART para el producto nos permitirá:
- Al tener objetivos claros y específicos, todos los involucrados en el proceso saben lo que se está tratando de lograr y pueden trabajar de manera más eficiente para alcanzarlo.
- Medir el progreso y el éxito del producto, gracias a que los objetivos SMART proporcionan un marco para evaluar el rendimiento del producto y determinar si se está cumpliendo con las expectativas.
- Motivar al equipo.
- Comunicar el éxito del producto a las partes interesadas (stakeholders, como inversores, clientes y empleados).
No olvides revisar y actualizar los objetivos del producto periódicamente para confirmar que aún son alcanzables.
3. Acciones
¿Qué acciones se llevarán a cabo para alcanzar los objetivos del producto? Llegamos al final de la ecuación y para alcanzar los objetivos del producto, las acciones deberían incluir:
- Investigación de mercado con la que comprender las necesidades y preferencias del mercado objetivo (debe hacerse antes de desarrollar un producto). Asimismo, nos ayudará a identificar oportunidades y desafíos potenciales.
- Desarrollo del producto. Nos referimos al diseño, la creación y la prueba del producto.
- Lanzamiento del producto. Importante desarrollar una estrategia de marketing y ventas efectiva para generar conciencia sobre el producto y generar interés entre los consumidores.
- Venta y distribución del producto.
- Atención al cliente.
No olvidemos tampoco monitorear y evaluar el progreso de las acciones para asegurarnos de que se están llevando a cabo de manera efectiva y que se están logrando los objetivos del producto.
Cómo hacer una estrategia de producto en 10 pasos
Lo mismo que antes de correr hay que andar, antes de comenzar con la generación de ideas, es necesario definir los objetivos específicos que se persiguen con la estrategia de producto. ¿Qué se quiere lograr con el producto? ¿Aumentar las ventas? ¿Ganar cuota de mercado? ¿Fidelizar clientes? Tener objetivos claros ayudará a guiar todas las decisiones posteriores.
1. Generación de ideas
¿Valen todas las ideas? No. O sí, porque las no válidas te ayudarán como medida, para descartar otras que tampoco servirán. Se trata de la capacidad de crear conceptos, soluciones y productos nuevos e innovadores que satisfagan las necesidades del mercado. Esto se puede hacer, por ejemplo, a través de la investigación de mercado o el análisis de las necesidades de los clientes.
2. Análisis de mercado y competencia
Vital para identificar las oportunidades y amenazas para el producto.
3. Segmentación
Esencial para identificar el público objetivo del producto y/o servicio.
4. Identificación de los beneficios del producto
Enfatizar los beneficios que tu producto ofrece a los clientes, diferenciándolo de la competencia y resaltando su valor agregado.
5. Crear estrategia de precios
Debe ser competitiva y tener en cuenta los costes de producción y los objetivos de la empresa.
6. Crear estrategia de distribución
Debe definir cómo se va a hacer llegar el producto a los clientes, buscando siempre que sea conveniente y accesible para ellos.
7. Crear estrategia de promoción
¿Cómo se va a dar a conocer el producto al mercado objetivo? ¿Cómo vamos a generar interés? ¿Cómo vamos a atraer a clientes potenciales? Toca definirlo todo.
8. Realización de pruebas
Es importante realizar pruebas de mercado para validar el producto antes de lanzarlo al mercado, ya que nos ayudará a identificar áreas de mejora (que las habrá) y optimizar la experiencia del usuario, así mejorarás tu crecimiento empresarial.
9. Lanzamiento de producto
Este debe ser planificado y ejecutado cuidadosamente. De otra manera, te costará captar la atención del mercado y lo que es más importante, posicionar tu producto de manera efectiva.
10. Medir y corregir
Monitorear y evaluar los resultados de la estrategia de producto es el camino a seguir. No queda otra. Sin datos, no es viable una estrategia. De ahí que sea tan importante medir los resultados y realizar los ajustes necesarios.
Cuáles son las estrategias de producto más comunes
Lamentamos decirte que no existe una estrategia mágica que siempre funciona. Todo dependerá del sector dónde te encuentres y el tipo de servicio y/ producto que ofrezcáis. Sin embargo, aquí te dejamos algunas de las más habituales:
1. Extensión de marca
Consiste en utilizar una marca existente para lanzar nuevos productos.
2. Ampliación de línea de producto
No es otra cosa que añadir nuevos productos a una línea de producto existente.
3. Reducción de los productos menos rentables
Eliminar los productos que no son lucrativos.
4. Innovación de productos
Esta estrategia consiste en desarrollar productos novedosos y alineados con las demandas del mercado.
5. Productos Low Cost
Se basa en ofrecer productos a un precio significativamente inferior al de sus competidores, haciéndolos accesibles a un segmento más amplio del mercado.
6. Productos de calidad
Hablamos de ofrecer productos que superan las expectativas de los clientes en cuanto a su diseño, materiales, construcción, rendimiento y durabilidad.
7. Productos nicho
Se centra en atender las necesidades y preferencias específicas de un segmento de mercado claramente definido.
8. Marketing emocional
Se basa en apelar a las emociones de los consumidores para generar una conexión profunda con la marca y sus productos, impulsando así la toma de decisiones de compra.
Ventajas de la estrategia de productos
Adoptar una estrategia de producto bien definida y alineada con los objetivos de negocio, no es que pueda generar, es que generará un impacto significativo en el éxito de tu empresa.
Y eso eso no te ha convencido aún del todo, las siguientes líneas lo harán:
- Aumentará las posibilidades de éxito del producto, ya que se enfocará en las necesidades del cliente, se minimizan riesgos, se optimizará la asignación de recursos y se maximizará el retorno de la inversión (ROAS).
- Mejorará la comunicación interna, debido a que estaréis usando un lenguaje común que facilita la comunicación y colaboración entre los diferentes departamentos de una empresa (véase marketing y ventas o producción y operaciones, por ejemplo).
- Ahorrarás tiempo y dinero. ¿La razón? Habrá menos errores al estar todo definido, lo que nos lleva a una optimización de procesos que se deriva en un aumento de la eficiencia y en una toma de decisiones más ágil.
- Aumentará la satisfacción del cliente. O dicho en otras palabras: mayor lealtad por parte del cliente, menor tasa de abandono y mejor reputación de marca.
