Sí, ya lo sabemos, era mucho más sencillo gestionar las organizaciones cuando se crecía a 2 dígitos. Eso hacía realmente difícil no ganar dinero y la eficiencia no estaba en el TOP 10 de la gestión de las compañías.
Pero desgraciadamente, o no, esta situación ha cambiado para siempre y estamos viviendo tiempos convulsos que tardarán en tranquilizarse. Esto está haciendo que los mercados sean lugares sangrientos donde la competencia tiene un apetito voraz.
Para combatir en estos mercados, con ciertas probabilidades de éxito, hay que construir equipos de trabajo que sean máquinas perfectas, que tengan previstos los cambios que se van a producir, que se adapten con rapidez a los mismos, y que sean capaces de protegerse y atacar en los mismos con absoluta solvencia y determinación.
Pero, ¿cómo conseguimos ser una empresa perfecta?
Veamos el decálogo de la empresa perfecta:
1. Mantén la calma
Mantén la calma. El nerviosismo nos hace cometer errores y tomar malas decisiones. Además, al equipo no le ayuda ver a su líder sudando de desconcierto. Imaginad un campo de batalla en el que se van a enfrentar 2 ejércitos donde el general de uno de ellos tiene cara de pánico y tiembla como un flan. Lo más probable es que tenga la tasa de deserciones más alta de la guerra. Esto no lo podemos permitir. Ser frío en las decisiones y transmitir confianza a la organización es primordial.
2. No dudes en el camino
No dudes en el camino. A diario surgen tentaciones para desfocalizarnos de nuestros objetivos y que nos alejan de nuestra identidad como empresas. Claro que si vendes todos los productos que hay en el mercado, tu mercado potencial será mayor, pero posiblemente tu baja eficiencia hará que vendas incluso menos que focalizándote en sectores concretos. Por lo tanto, no cedas a la tentación. Evita ser la Eva de este cuento.
3. Mantén la ética en los negocios
Mantén la ética en los negocios. Cuando hay urgencia en los resultados parece que lo más importante es salvar la empresa por encima de todo pero, perder la ética es el primer paso para asegurar tu desaparición. Puede que salves la situación a corto plazo pero ¿quién quiere trabajar o comprar a alguien que no tiene ética en la vida?
4. Crea los líderes del futuro… y no pongas la limitación de la edad
Crea los líderes del futuro… y no pongas la limitación de la edad. Está claro que la experiencia es muy importante, pero ¿cuántas veces la experiencia nos limita en las cosas que hacemos? ¿Cuántas veces hemos renunciado a un negocio o a una actividad en nuestra vida personal por una experiencia previa no satisfactoria? Elige a los líderes de tu organización y dales galones y confianza. Te sorprenderá los resultados que obtienes. En el ejército, que se juegan la vida, no ponen limitaciones en la edad de sus líderes. ¿Por qué lo haces tú?
5. No menosprecies el poder de la información
No menosprecies el poder de la información. Hoy en día el acceso a la información es casi ilimitado y ese es un problema. Que el exceso de información o la falta de capacidad de gestionarla no te paralice. Dedícale tiempo a decidir qué es lo que necesitas para tomar decisiones y consigue exactamente esa información. Reducirás drásticamente las posibilidades de error. Antes, cuando era mucho más costoso conseguir la información se hacía eso. Volvamos a los básicos.
6. Crea un equipo
Crea un equipo. “Sólo irás más rápido. Acompañado llegarás más lejos”. Todos sabemos que es cierto pero, ¿por qué nos cuesta aplicarlo? Trabajemos en construir ese equipo que me haga invencible, los demás ya lo están haciendo. Sabes que si empiezas a correr solo, cuando estés cansado y te gires, estarás solo y tendrás que pararte a convencer a las personas de que corran contigo. Hazlo desde el principio. Hasta en los deportes individuales como el tenis es fundamental el equipo que está detrás de los tenistas. Mucho más en situaciones más colectivas como las empresas.
7. Confía en las personas
Confía en las personas. Los procesos de delegación no duran 24 horas. Trabaja duro para conseguir que las personas crezcan y consigan los objetivos. Para eso, debes confiar en ellos. El equipo no puede sentir que pierdes la confianza en ellos la primera vez que se equivocan o no puedes entrar en cólera con cada error de tu equipo. Eso hará que dejen tomar decisiones y, como bien dice la frase del punto anterior, irás más rápido pero pararás antes.
8. Rodéate de los mejores
Rodéate de los mejores. El miedo muchas veces nos hace alejar de nuestro entorno a los mejores perfiles para destacar más en nuestro liderazgo pero eso no es lo que se necesita de nosotros. Lo que se necesita es que la empresa sea lo más poderosa posible y para ello, cuanto mejor equipo tengamos mejor. Luchemos contra nuestros miedos e identifiquemos a aquellos dentro de la organización que bloquean el desarrollo de aquellos que serán los líderes del futuro.
9. Conviértelos en aún mejores
Conviértelos en aún mejores. En esta vida no se para de aprender. Para mantenerte en el número 1 tienes que trabajar más duro que nadie, estar a la última en los conocimientos y técnicas de gestión y arriesgar en los momentos decisivos. Por lo tanto, crea un plan de formación para ti y tu equipo para estar siempre en la primera línea de la gestión. Te lo agradecerás siempre. Nadal, siendo ya número 1, ha seguido evolucionando en su manera de golpear a la pelota y en su agresividad dentro de la pista para seguir estando arriba hasta que el cuerpo aguante. Él mejor que nadie sabía que si se quería mantener en el número 1, debía seguir evolucionando.
10. Recuerda a Darwin
Recuerda a Darwin. Aquellas especies que han sobrevivido no han sido ni los más rápidos ni los más fuertes, han sido los que mejor han sabido adaptarse a los cambios del entorno. Ya sabes, los dinosaurios una vez fueron la especie más fuerte de la Tierra pero desaparecieron. Que no te pase lo mismo.
Conclusión
Son tiempos complicados para la gestión de una empresa pero existen muchas acciones e ideas que deben ayudar a los empresarios a tener una empresa acorde con sus expectativas.
Las compañías necesitan líderes sólidos que tengan tras de sí al mejor equipo posible, lo que les convertirá en máquinas perfectas porque serán capaces de adaptarse a los cambios del mercado y salir de los mismos cada vez más fortalecidos.
¡Trabaja desde hoy mismo para conseguirlo, te sentirás orgulloso de los resultados! ¡Hablemos!