La Comisión Europea ha propuesto la creación de un fondo temporal, por un importe de 100.000 millones de euros.
Para conceder préstamos a los países más afectados por el coronavirus.
Este fondo lo emplearían estos países, entre los que se encuentran España e Italia, para intentar mantener el empleo, a través de medias como los ERTEs.
Asimismo, esta línea de ayudas también se puede emplear para financiar medidas de apoyo a los autónomos.
Lo que está buscando Bruselas con esta decisión es que los países más afectados por el Covid-19 utilicen estos créditos para financiar el desarrollo de sistemas de regulación de empleo temporales, por parte de las empresas.
La finalidad es poder mantener a sus trabajadores y seguir pagándoles el salario, aunque su actividad se haya reducido.
Para alcanzar este objetivo, la Comisión Europea se encargaría de buscar la financiación en el mercado con el respaldo de avales proporcionados voluntariamente por los Estados miembros.
Esto les que permitiría beneficiarse de la buena calidad crediticia de la UE y sus bajos costes de financiación.
De este modo, esta medida solo empezará a funcionar una vez que los Estados miembros se hayan comprometido a aportar estos avales.
La propuesta no prevé una asignación para cada uno de los Estados de la UE, sino que cada país deberá solicitar un préstamo si lo necesita.
La iniciativa tendrá que ser aprobada por los Estados miembros.
En definitiva, se trata de una antigua reivindicación española que ahora la Comisión Europea ha modificado y anticipado, convirtiéndola en una ayuda europea al empleo para evitar que el paro se dispare en los países más castigados por el coronavirus, en especial en España e Italia.
Consiste en movilizar hasta 100.000 millones de euros a través de garantías ofrecidas colectivamente por los estados que permitirían captar este dinero en los mercados.
Su destino principal sería subvencionar las reducciones de jornada para que las empresas puedan capear el temporal y de esta forma impedir los despidos masivos.
El plan, bautizado como Sure, está inspirado en el programa alemán Kurzarbeit, utilizado en la crisis del 2008, según el cual el Estado paga parte de los salarios de los trabajadores para evitar que se eliminen puestos de trabajo durante una crisis.
Sin embargo, países como Holanda proponen crear un fondo para cubrir el coste sanitario del sur, de unos 10.000 millones.
Ni coronabonos, ni eurobonos, ni bonos de reconstrucción, ni fondos especiales de rescate ante la crisis económica del coronavirus que aboca a la recesión a todo el continente durante un periodo de tiempo indeterminado.
Desde la banca, Ana Botín (Santander) pide apoyar a los empresarios y urge a planificar la vuelta al trabajo.
En su opinión, «es el momento de mostrar la cara más solidaria de Europa» y ha reclamado una respuesta «más rápida y coordinada» a la pandemia.