Qué escenarios se encontrarán las empresas ante la crisis en función de si es V, U y L y cómo deben preparse
Los economistas han sacado la bola de cristal para predecir cómo será la recuperación económica tras la crisis del Covid 19. Sin embargo, y con tantas variables abiertas, es difícil de predecir.
Pero lo que sí que es cierto es que hay tres probables escenarios que son:
- Recuperación en V: recuperación rápida a una situación parecida a la anterior.
- Recuperación en U: escenario de permanencia en la crisis durante unos meses y paulatina recuperación.
- Recuperación en L: prolongación del enfriamiento (congelamiento, diría yo) económico y muy lenta recuperación.
Aunque los tres escenarios son posibles, existen multitud de variables que pueden afectar a la recuperación:
- Cómo será la evolución de la crisis sanitaria en el país y de la prolongación de las medidas de confinamiento y de como se vayan reduciendo o suprimiendo estas medidas según sectores.
- Qué estímulos plantearán el Gobierno y la UE, aunque la realidad y experiencia de las últimas semanas es no esperar nada, como hemos visto últimamente.
- A qué velocidad se aplicarán y tendrá respuesta los estímulos planteados.
- Cómo evolucionará la confianza de los consumidores
- Cómo avanzará la crisis y el ritmo de recuperación de otros países.
Por tanto, estamos hablando de un escenario totalmente incierto y volátil. Donde muchas cosas pueden ocurrir, y por lo tanto, hemos de estar preparados para muchas y diferentes situaciones.
De hecho, lo normal y que estamos viendo en otros lugares como Wuhan, y ya en Italia es que el confinamiento se relajará poco a poco y que las actividades económicas se irán permitiendo cuanto menos aglomeraciones provoquen (restauración, espectáculos, etc. serán los últimos en incorporarse por lo tanto a la actividad).
Pero entonces, ¿qué ha de hacer la empresa para prepararse?
“Hacer más con menos”
Hemos de centrarnos en simplificar la empresa y sacar el máximo partido al menos número de recursos. ¿Cómo?
- Lo primero, reflexionar brevemente en quiénes somos y cómo nos percibe el mercado. ¿Qué necesidades satisfacemos? ¿Qué es lo que hacemos mejor? ¿Cuál es la verdadera razón de ser de tu empresa? Debemos ser humildes y simplificar. Ser concretos nos ayudará a definir lo que realmente debemos priorizar en nuestro negocio
- Posteriormente, ¿Cómo se traduce eso a nuestro modelo de negocio? Esto es fundamental: ¿cuáles son los productos y servicios que nuestros clientes nos demandan? ¿cuáles son los que más volumen y rentabilidad nos dan? Y por lo tanto, ¿Qué es lo que NO debo priorizar o qué debo dejar de hacer? Hemos de simplificar.
- Por otra parte debemos analizar cuáles son los procesos que debo mantener y cuáles debo dejar latentes. Por ejemplo, si no puedo visitar clientes, ¿es necesario que trabajen mis comerciales o puedo reducirles su jornada en un ERTE?, o si no voy a lanzar productos, ¿puedo minimizar mis costes del departamento de I+D, de diseño?
- Es importante flexibilizar la cuenta de resultados para asegurar que nuestros gastos se ajustan con nuestros ingresos.
- Y aún más importante, que nuestros pagos se ajustan a nuestros cobros. Hay que negociar con proveedores y acreedores precios, medios de pago, posibles quitas… definir los costes de personal que nos podemos permitir, acordarlo con los trabajadores y tirar mano de los mecanismos legales para reducir costes de personal (ERTEs, renegociación temporal de salarios, jornada irregular, permisos retribuidos o no retribuidos…) y por otro lado, asegurar los cobros. Es peor, y más en estos tiempos, vender y no cobrar que no vender. Valorar ventas a menos precio en otros canales, ventas flash, canales secundarios, descuentos por pronto pago…
- Del mismo modo, es importante asegurar mi cadena de suministro: si voy a simplificar, reduciré mi gama de productos, podré concentrar referencias en menos proveedores y fidelizarlos y renegociar con ellos, reduciendo mi stock y mis necesidades de circulante
- Visión a corto plazo. Planes semanales o quincenales. Hemos de…
- Control y microgestión. Indicadores y gestión diaria….
- Comunicación continua dentro del equipo y con los clientes y proveedores. Corrección.
- En esta batalla, no hay estrategia a largo plazo. Hay acciones, prueba y error, minimizar los errores y correcciones y aprendizaje continuo.
La recuperación en V, U o L no dependerá en ningún caso de nosotros de manera individual, lo que sí dependerá de nosotros es la manera de gestionar nuestra empresa, y deberemos hacerlo ajustándonos a la coyuntura, siendo más estrictos y conservadores cuanto más se alargue la crisis y siendo más agresivos cuanto mejores síntomas notemos en el mercado, en nuestra competencia, en nuestros clientes y en el contexto económico.
Lo que hemos repasado en este artículo son distintas palancas y herramientas que debemos utilizar en esta situación, y dependiendo de cómo cambie el contexto, deberemos activarlas y darles mayor o menor intensidad.
No pensemos que esta crisis va a ser un mal sueño de 2-3 meses y luego recuperaremos los volúmenes anteriores que teníamos en febrero. Pensemos que va a ser larga y hemos de actuar en consecuencia. De este modo, sobreviviremos para contarlo.
No pensemos que esta crisis va a ser un mal sueño de 2-3 meses y luego recuperaremos los volúmenes anteriores
Y sobre todo, no perder la esperanza en que todo esto pasará, y que los que mejor preparados estén cuando termine la crisis de la pandemia, más correrán.
Guillermo Prats
Socio de Improven