Todos los ojos puestos en Europa como motor y ayuda.
Los ministros de Economía y de Finanzas europeos quieren aprobar un nuevo paquete de medidas para paliar el impacto económico del coronavirus que, no incluye la opción de emitir los “coronabonos” que demandan países como España o Italia.
El citado plan tiene tres partes fundamentales:
- La apertura de una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (el fondo de rescate de la eurozona) específica para la pandemia.
- La movilización de 200.000 millones de euros en inversiones por parte del Banco Europeo de Inversiones.
- La creación de un fondo europeo contra el paro, con 100.000 millones disponibles para préstamos.
Pero estas medidas quedan lejos de lo que requieren países como España, Italia, Francia y otros seis países para que se emita deuda respaldada por el conjunto de la Unión Europea (UE).
Alemania, Holanda, Austria o Finlandia mantienen su rechazo a una medida que implicaría que todos los países tengan que responder conjuntamente por el riesgo de impago de cualquiera de ellos.
La propuesta de España
En este sentido, la posición de España es asegurarse de que ningún país de la UE se quede atrás cuando sea el momento de echar el resto para allanar la recuperación económica.
El Gobierno de Pedro Sánchez se ha fijado como máxima prioridad, que Europa no solo dé una respuesta común a la crisis, sino que también prepare una salida y una vía para financiarla.
La propuesta española plantea un sistema de transferencias que financie a los países los gastos en los que incurrirán para afrontar la crisis.
De esta forma, la propuesta incluye ese instrumento que permite financiarse en los mercados con el respaldo del presupuesto de la UE y la tasa digital.
España quiere asegurarse de que ningún miembro de la UE se quede atrás cuando llegue el momento de esforzarse para allanar la recuperación económica.
De hecho, el Gobierno español se ha fijado como máxima prioridad que la UE no solo dé una respuesta común a la crisis, sino que también prepare una salida y una vía para financiarla.
Así, España piensa en un sistema de transferencias que financie a los países los gastos a los que se ven obligados a incurrir para afrontar la crisis.
De acuerdo con ese papel, ese instrumento podría financiarse en los mercados con el respaldo del presupuesto europeo y la tasa digital.